El Neonato

1- El Neonato

Se entiende por período neonatal aquel que comprende los 30 primeros días después del nacimiento. Durante la mayor parte de la historia de la psicología Infantil, se ha considerado que el recién nacido es una criatura básicamente pasiva y desamparada cuya actividad era esencialmente casual. Ciertamente el recién nacido no está tan organizado como un niño de dos años pero su conducta dista mucho de ser fortuita o desorganizada. El neonato posee ritmos naturales de actividad que generan pautas de sueño y vigilia, comida y movimiento. Además, está dotado con muchas reacciones reflejas a la estimulación externa. También posee algunas pautas organizadas de conducta para investigar y controlar el entorno a través de la mirada, la succión y el llanto.

Estudios más recientes señalan que sus capacidades sensoriales están especialmente dotadas para todo aquello que se relaciona con la interacción social. El bebé es capaz de fijarse en un objeto en movimiento y seguirlo hasta 180º en sentido horizontal y vertical, así como también discriminar entre diferentes estímulos cromáticos (teniendo en cuenta que su visión óptima es de unos 20-30 cm; los objetos presentados más lejos son aún borrosos para él). Las respuestas a los estímulos auditivos son de las primeras en aparecer. El oído es ya funcional desde la vida intrauterina. A las 24 semanas de gestación el feto ya responde delante estímulos provenientes del exterior, así como estímulos internos como el producido por el latido del corazón materno. Está también comprobado las capacidades gustativas del recién nacido en el sentido de discriminar gustos. Así prefiere el dulce al salado. Respecto al olfato, no tan sólo se ha verificado que son capaces de discriminar entre diferentes tipos de aromas sino que, incluso recuerdan experiencias olfativas previas.
Por todo lo expuesto, se considera que la observación de la conducta espontánea del recién nacido es la base de un tipo de técnicas muy sensibles para la evaluación del desarrollo neuroconductual del bebé desde el inicio de la vida. La evaluación psicológica del niño en sus primeras etapas del desarrollo ofrece la oportunidad de detectar alteraciones del desarrollo en el momento preciso, para poder prevenir futuros trastornos, al tiempo que nos permite estudiar la evolución de las pautas consideradas normales.

Para la evaluación sistemática del bebé desde los primeros días disponemos de instrumentos como la Escala de Brazelton o las Escalas Bayley (B.S.I.D.) aplicables hasta los dos años y medio.

2- Estados sueño y alerta

Algunos investigadores (Wolff, 1966) ya observaron la variabilidad del estado del nivel de alerta en diferentes bebés pero, a su vez, una gran similaridad y regularidad entre ellos. Ello les llevó a la conclusión de que se producían 6 posibles estados:
1-Sueño tranquilo. Caracterizado por respiración regular, ojos cerrados y sin movimiento (salvo movimientos espasmódicos ocasionales).
2-Sueño activo. Ojos cerrados pero pueden observarse movimientos rápidos de los ojos (fase R.E.M.). Nivel actividad bajo. La respiración puede ser irregular. Los movimientos son más suaves que en el sueño tranquilo. Este tipo de sueño ocupa aproximadamente la mitad del tiempo total de sueño (alrededor de 8 horas). Es la fase donde se producen los sueños.
3-Somnolencia. Los ojos pueden abrirse o cerrarse. Las reacciones a la estimulación son retrasadas. Pero dicha estimulación podría hacer cambiar de estado.
4-Inactividad en alerta. Ojos abiertos. Atención enfocada a los estímulos pero con nivel de actividad bajo.
5-Actividad en alerta. Ojos abiertos. Nivel de actividad alto. Puede mostrarse nervioso. Reacciona a la estimulación con aumento de alerta y de la actividad motriz.
6-Llanto. Llanto intenso que es difícil de parar. Alto nivel de actividad motriz.
La distribución temporal de los estados de sueño cambia rápidamente con la edad y a medida que el cerebro va madurando. La organización de estos estados se ve afectada en los bebés de madres alcohólicas o drogadictas. Los niños que presentan inestabilidad en la distribución de los diversos estados entre las 2 y 5 semanas son susceptibles de presentar posteriores problemas de salud o de conducta.

3- Ciclos del Sueño

Contrariamente a lo que puede parecer, los bebés recién nacidos son criaturas muy rítmicas. Su reloj biológico es, evidentemente, diferente al de los adultos, pero variará progresivamente hasta sincronizarse con el nuestro, asumiendo el ciclo diurno-nocturno de 24 horas. En inicio, los ciclos de sueño y vigilia se pueden ir alternando cada 3 o 4 horas coincidiendo con las diferentes tomas de alimento. Los periodos de sueño se hacen paulatinamente más largos por la noche y a partir de las 5 o 6 semanas, ya se han conseguido sueños con sólo uno o dos despertares nocturnos. Hacia las 12 o 16 semanas, la pauta de dormir más seguido por la noche puede estar establecida en condiciones normales. Hacia el final del primer año, la mayoría no pasa de dos sueños al día. La cantidad total de sueño varía de un bebé a otro. Algunos duermen apenas diez u once horas, mientras otros lo hacen quince o dieciséis. Poco podemos hacer si nuestro bebé es de los que tienen tendencia a desvelarse a la más mínima y no porque algo vaya mal. Cada niño sigue su propio patrón.
Así como el recién nacido suelen dormir en cualquier lugar, a partir de los 3 o 4 meses es conveniente que se habitúen a quedarse dormidos en su cama y sin compañía (salvo circunstancias especiales).

4- Reflejos

Los recién nacidos están equipados también con diferentes pautas específicas de conducta. Algunas de ellas son las que denominamos reflejos y se caracterizan por ser muy estereotipadas y constituyen la respuesta a estímulos específicos. La presencia o ausencia de ellas nos proporciona información sobre el sistema nervioso del bebé. Algunos de esto reflejos duran toda la vida otros desaparecen siendo indicadores del desarrollo de funciones cerebrales más avanzadas.

Algunos de los reflejos más importantes:
1-Reflejo de hozamiento: Es el primero en aparecer. Consiste en el movimiento de búsqueda propiciado al acariciarlo en la mejilla. Este reflejo es adaptativo ya que ayuda a encontrar el pezón del pecho de la madre. Desaparece a los 3 o 4 meses.
2-Reflejo de prensión: Se produce al ejercer presión con un dedo en la palma de la mano del bebé. Éste cerrará inmediatamente la mano agarrando el dedo. Este reflejo aumenta durante el primer mes y declina gradualmente. Desaparece a los 3 o 4 meses.

Reflejo de prensión

3-Marcha automática: Desaparece normalmente a los 3 meses de edad. Consiste en la flexión de piernas arriba y abajo cuando se aplica presión a la planta del pie.
No todas las conductas del bebé son respuestas a una estimulación. El recién nacido también dispone de actividades denominadas "conductas congénitamente organizadas". Ejemplos de estas conductas son el mirar, succionar y llorar. En este caso no obedecerían a estímulos externos sino a una necesidad de conseguir alimentos y explorar su entorno.

4-Reflejo de Moro:
Consiste en una serie de reacciones ante un sonido repentino o la pérdida de apoyo de la cabeza. Para comprobarlo se puede tomar en suspensión al bebé en horizontal y después bajar las manos rápidamente y parar de repentinamente. El bebé primero impulsa los brazos hacia adelante, abre las manos, arquea la espalda, y estira las piernas hacia adelante. Después recoge los brazos hacia atrás en un movimiento de abrazo con los dedos apretados en forma de puño. La ausencia de este reflejo es señal de lesiones cerebrales, y si no desaparece después de los 6 o 7 meses también es causa de preocupación.

5- Llanto

Tradicionalmente se han distinguido 3 tipos de llanto. Un llanto como respuesta a la sensación de hambre, otro denominado de enfado (o rabioso) y un tercero identificado como llanto de dolor. Los dos primeros son similares en grado si bien el llanto de enfado fuerza más aire entre las cuerdas vocales produciendo mayor variación. El llanto de dolor se identifica por que es de comienzo repentino y cursa con un estallido inicial más largo.

El llanto "normal" de los recién nacidos saludables es bastante característico en grado y ritmo. Un llanto atípico por su frecuencia, ausencia o tono puede indicar problemas.
Algunos de los bebés que están afectados por anomalías genéticas presentan este tipo de llantos atípicos con pautas temporales anormales o frecuencias altas. Véase por ejemplo el Síndrome del Maullido de Gato (Cri du chat).

6- Tabla Hitos motores

Edad (meses) Desarrollo motor y postural Capacidad manipulativa
0 Tuerce la cabeza cuando está tumbado sobre el vientre; pobre control de la cabeza al levantarle; alterna el movimiento de las piernas cuando está apoyado sobre el vientre, como si nadara. Reflejo de agarrar, retiene agarrado un objeto.
3 Cabeza recta y tiesa cuando se le coge verticalmente; cuando está apoyado sobre el vientre, levanta la cabeza y los hombros por medio de los brazos, manos o codos; se sienta con apoyos; anticipa posiciones de levantarse Agarra el sonajero; intenta alcanzar objetos con las manos.
6 Se sienta sólo momentáneamente; se incorpora hasta la posición de sentado con la mano del adulto como tirador; gira desde la espalda hacia el vientre. Al coger un cubo se produce flexión simultánea de los dedos; alcanza un objeto con la mano y gira la muñeca; pasa el cubo de una mano a otra.
9 Se sienta solo; se incorpora hasta la posición de sentado en la cuna. Hace progresos hacia adelante en posición prono en dirección a los juguetes; camina agarrándose a los muebles. Opone al pulgar a los otros dedos al coger el cubo; coge bolitas con el pulgar y el índice.
12 Está de pie solo; se agacha hasta sentarse desde la posición en pie; camina con ayuda; anda a gatas perfectamente. Sujeta el lápiz adaptándolo para hacer una señal.

*Basado en información de las Escalas Bayley de Desarrollo Infantil.
Los datos aquí expuestos sólo tienen carácter de información general, no pudiendo sustituir la valoración o consejos proporcionados por su médico o pediatra.

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