Intervención superdotados

"Los alumnos superdotados han de poder beneficiarse de las condiciones educativas apropiadas que les permitan desarrollar plenamente sus capacidades, por su propio bien y el de la sociedad en general. De hecho, ningún país puede permitirse malgastar talentos, y se estarían malgastando recursos humanos si no se identificasen a tiempo las potencialidades intelectuales o de otro tipo. Para ello es necesario contar con las herramientas adecuadas”.

Recomendación 1248 sobre la Educación de los Alumnos Superdotados
(Comisión de Cultura y Educación del Consejo de Europa, 1994).

1- Introducción

Frecuentemente asociamos inevitablemente la posesión de unas altas capacidades intelectuales al éxito académico. No obstante, tal como se viene recordando desde diferentes ámbitos relacionados con el estudio y trabajo con estos niños, eso está muy lejos de realidad, al menos, en una parte importante del colectivo. Según algunos informes, alrededor del 30 al 40% de los niños con altas habilidades no alcanza el rendimiento académico esperado y aproximadamente la mitad de los niños superdotados españoles no llegan a la universidad debido a que no encuentran un sistema adaptado a sus necesidades.
El aburrimiento, la desmotivación, el aislamiento e, incluso, la sintomatología depresiva pueden acompañar a estos niños a partir de un determinado momento evolutivo cuando se hace más evidente sus diferencias con otros iguales.
Los sistemas curriculares actuales, que están adaptados para la media del grupo, suelen ser poco motivantes y los recursos para detectarlos y adoptar los ajustes necesarios son escasos cuando no desconocidos totalmente por parte de la comunidad educativa de nuestro país.
Se calcula (según datos del Ministerio de Educación Cultura y Deportes) que en España hay 300.000 alumnos escolarizados con aptitudes intelectuales superiores a la media y el 99,4% de los cuales estarían sin identificar. Cuando son detectados, no reciben la atención y respuesta necesaria por parte del sistema educativo.
Parece, pues, que nuestro sistema de enseñanza está mejor adaptado para niños que presentan bajas capacidades en comparación con los que se supone no deben tener problemas debido a su potencial de aprendizaje.

Desde 1.996 la LOGSE (artículos 35 y 36) reconoce las necesidades educativas especiales de los alumnos superdotados. No obstante, esta medida sólo se traduce en la práctica en una estrategia denominada “aceleración”. Se trata de que los alumnos puedan ser adelantados dos cursos. Uno en educación primaria y otro en secundaria. Esta medida se justifica en gran medida por su mayor potencial de aprendizaje y capacidad para adaptarse, si bien pueden plantearse nuevos retos como la denominada “disincronía evolutiva”. Es decir, su inteligencia avanzada a nivel cognitivo no se corresponde con una mayor maduración a nivel emocional y, por tanto, presentan es esta área las mismas necesidades que sus iguales.

La discusión acerca de cual es el mejor plan educativo para estos niños sigue abierto y generando cierta polémica. La cosa se complica cuando somos conscientes, al igual que ocurre con otros colectivos bajo el epígrafe de cualquier diagnóstico diferencial, que cada niño es diferente y resultado de múltiples factores tanto internos (genéticos) como medioambientales (familia, entorno, cultura, educación, etc.).
El superdotado obedece a una serie de rasgos cognitivos y de funcionamiento generalmente compartidos por este grupo. No obstante es también un ser único, con necesidades propias y a partir de aquí el mejor plan educativo sería aquel que diera la respuesta más eficiente en cada caso a partir de los recursos disponibles.

En esta página intentaremos aportar algunos datos referentes a la intervención psicoeducativa en la escuela.

Para conocer las características generales de estos niños ir a nuestra página: Superdotación: Niños con altas capacidades.

2- Diferenciar la superdotación

Quizás uno de los primeros retos a los que se enfrentan los maestros con estos niños (recordemos que puede haber al menos 1 en cada aula) es diferenciar el concepto de Altas Capacidades de otros estados parecidos.
Hay niños que denominamos “talentosos” o “con talento”. Ello hace referencia a la posesión de una gran capacidad para destacar en algún tema o área de interés concreto (lenguas, matemáticas, música, etc.). No obstante, estas habilidades quedan restringidas a dichas áreas y, por tanto, sería un estado diferente a la superdotación.

Hay también alumnos “brillantes”. Son niños estudiosos, aplicados, que no dan un problema y que cursan sus estudios con una buena media. Seguramente estos alumnos “perfectos” que para algún profesor podrían ser superdotados, solamente poseen un tipo de talento (el académico), mientras que el verdadero superdotado puede pasar fácilmente inadvertido (especialmente en grupos de 20 o 30 alumnos) al presentar una serie de conductas disruptivas (inatención, desmotivación, aburrimiento e incluso fracaso escolar) que mal entendidas nos pueden negar la evidencia.

Finalmente hay niños “precoces” que en un momento dado de su ciclo madurativo logran anticiparse a ciertos hitos evolutivos. Así, hay niños que empiezan a andar o hablar antes, que se inician en la lectura anticipadamente, etc.
Hoy sabemos que muchos niños con superdotación mostraron avances significativos en muchos de los hitos evolutivos. No obstante, no es condición suficiente para la presencia de una superdotación. Hay niños con ciclos de aprendizaje disarmónicos que inician con cierta anticipación para regularse posteriormente. Contrariamente, puede suceder también el retraso en la consecución de ciertos aprendizajes y su posterior mejora con el paso del tiempo.

Técnicamente hablamos de Altas Capacidades cuando un niño/a tiene un CI (Cociente de Inteligencia evaluado por un especialista) igual o superior a 130. No obstante, siendo ésta una condición necesaria no es suficiente ya que el niño superdotado tiene que presentar una serie de características cognitivas y de funcionamiento escolar y social. A continuación se detallan las más importantes en el ámbito escolar.

Para conocer más detalles sobre los distintos conceptos (Altas Capacidades, Superdotación, etc) seguir este enlace.

3- Algunas pistas para identificarlos en clase

Las características que se muestran a continuación comprenden los elementos más comunes en esta población. No obstante no tienen por qué presentarse todas y en la misma intensidad.

Aspectos positivos:

  • Gran capacidad para efectuar razonamientos lógicos, en especial con material abstracto (en el WISC-IV, altas puntuaciones en Matrices entre otras).
  • Alto grado de interés y curiosidad por todo lo que les rodea.
  • Amplio vocabulario. Gran capacidad de expresión verbal y argumentación.
  • Excelente memoria semántica y procedimental.
  • Extraordinaria habilidad para hacer un uso efectivo de gran cantidad de información.
  • Suelen tener la necesidad de profundizar en los temas de su interés y recuren a libros, enciclopedias, internet u otros para saciar su curiosidad. Pueden agobiar a los maestros con excesivas preguntas y parecer pedante.
  • Rápido aprendizaje de las materias. Pueden empezar a leer antes de los tres años sin ayuda. Gran facilidad para aprender lenguas extranjeras.
  • Disponen de una gran creatividad para presentar soluciones originales y novedosas delante un determinado problema.
  • Cuestiona las decisiones arbitrarias. Sentido crítico. Necesidad de aplicar el método científico y la racionalidad.
  • Muy sensible a temas como la justicia, la moral, los problemas sociales.
  • Muestran un agudo sentido del humor.
  • Muy perfeccionistas y autocríticos con su progreso lo que les lleva a frustrarse con frecuencia.
  • En la escuela pueden aburrirse con facilidad por lo que pueden mostrarse distraídos u absortos en su mundo.
  • Preferencia por el trabajo individual.
  • Pueden cuestionar las instrucciones recibidas de los maestros si no las ven justas o adecuadas. Desobediencia.
  • Exige demasiado a él mismo y a los demás. Se siente insatisfecho.
  • A menudo son intolerantes, críticos y escépticos impacientándose con mentes más lentas. Ello les puede acarrear algunos problemas en la relación con los iguales.
  • Suelen obsesionarse por crear, inventar o descubrir las cosas por sí mismo, rechazando seguir el camino habitual generalmente aceptado.
  • No le gusta que le interrumpan cuando algo es de su interés.
  • Confusión o desazón cuando perciben que sus ideas no son tenidas en cuenta.
  • No soportan respuestas vagas, inconsistentes o ambiguas a sus preguntas.
  • Frustración fácil con la inactividad o autopercepción de falta de progreso.
  • Sentimientos de incomprensión, "sentirse diferente" al no coincidir sus intereses con los de la mayoría de sus iguales. En algunos casos, junto con determinadas variables de personalidad, puede producirse rechazo escolar, retraimiento y sintomatología depresiva.
  • Pueden utilizar su peculiar sentido del humor para atacar verbalmente a otros de forma contundente.
  • Si las actividades en clase son demasiado monótonas, mecánicas y con poca implicación personal (creatividad) del niño se sienten ahogados.
  • No suelen soportar muy bien las pruebas bajo presión del tiempo. Cuando están absortos en sus áreas de interés pierden fácilmente la noción del tiempo y suelen frustrarse cuando se les indica que deben pasar a otra cosa.
  • Su rendimiento académico pude estar muy por debajo de su potencial.

4- Necesidades educativas de la superdotación

A) El superdotado es un niño con necesidades educativas especiales.
Hoy en día todo el mundo parece estar de acuerdo con este enunciado, sin embargo ya hemos comentado la falta de programas específicos desde la administración pública, especialmente en algunas comunidades autonómicas.
La mayoría de asociaciones de padres de este colectivo son tremendamente críticas con el estado actual de la situación. Parte del problema deriva de un modelo educativo demasiado inflexible, que no prioriza las altas capacidades, que no cuenta con recursos para la detección temprana ni de adaptaciones curriculares adecuadas para este colectivo.

B) Necesidades en el aula
En consecuencia, la escuela debería plantearse y llevar a cabo una serie de adaptaciones básicas sobre los materiales existentes, sobre el currículo escolar y, especialmente, sobre el papel del maestro y su forma de enseñar dada su repercusión sobre el superdotado.
Siguiendo el planteamiento de algunos especialistas, el profesor del aula ordinaria no debería olvidar algunas de las necesidades específicas que precisan estos niños y en la medida de lo posible implementarlas:

1) A nivel psicológico:
Proporcionarles un entorno intelectualmente dinámico. Combatir el posible aburrimiento en determinadas materias a base de facilitar que los compañeros y él mismo pueda intervenir de alguna manera sobre los contenidos y no sean meros agentes receptivos.
Flexibilidad en sus actividades y horarios. Normalmente no toleran bien interrupciones en su trabajo si no obedecen a una razón aceptable.
No ejercer una excesiva presión respecto a rendimientos, notas o expectativas. No se debe dar por supuesto de que siempre debe sacar las mejores notas o saberlo todo.
Supervisar la relación con sus iguales.
Puede ser objeto de fácil etiquetado (“sabelotodo”, “cerebrito”, etc.) y presentará dificultades al no coincidir sus intereses con los de la mayoría. A veces reaccionará con un humor sarcástico y sofisticado para defenderse.
Recordar siempre que pese a su avanzada capacidad cognitiva no ocurre lo mismo con sus necesidades afectivas o emocionales que se sitúan en igualdad con los de su mismo grupo de edad (disincronía evolutiva).

2) A nivel social:
El principal reto consiste en conseguir que se sientan integrados y aceptados en clase. Sus peculiaridades, ya hemos comentado, los hacen objeto de burla fácil. Un entorno donde pueda confiar en sus profesores y compañeros es el mejor remedio para que ellos tengan claro que es lo que se espera a nivel social y el efecto que su comportamiento tiene en los demás.
Es habitual que sus intereses específicos muy centrados en el conocer o descubrir dé una imagen en los iguales, aparentemente fría, distante y con poca empatía. Para ellos, algunos de los temas de preocupación recurrente en sus iguales (fútbol, moda, juegos, etc.) no le suscitan ningún interés y no dudan en calificarlos de banales o frívolos. Ello crea más distancia con sus compañeros.
Al respecto, puede resultar útil plantear dinámicas de grupo en los que hablemos de determinados temas (también los “triviales” por ejemplo el fútbol) y se ponga de relieve el respeto a la diversidad de opiniones y la riqueza que eso supone como parte del funcionamiento social humano.

3) A nivel intelectual:
Introducir una enseñanza individualizada en las materias específicas en las que superan a los demás compañeros, adaptando sus programas para que puedan contar con un ritmo más rápido, asignaturas especiales u opciones alternativas.

Facilitarles el acceso a recursos adicionales de información en arte y ciencia y, cuando sea posible, el contacto con profesionales expertos en distintos campos. Esto no debe entenderse como una imposición sino como un acompañamiento en sus inquietudes.

Debemos ser capaces como maestros o padres de incentivar su desarrollo personal pero también hacerlo capaz de compartir con los demás sus intereses y habilidades.
Estos niños no siempre deben liderar todos los grupos y situarse al frente de las decisiones, sino que deben también aprender a asumir otros roles como parte fundamental de su desarrollo e integración social. Para ello podemos introducir actividades de interacción en grupo que desarrollen la capacidad social y la capacidad de liderazgo, pero también, actividades que fomenten el aprendizaje cooperativo.

Hay que proporcionarles estímulos suficientes para que potencien su creatividad y puedan utilizar sus habilidades para resolver problemas y efectuar investigaciones más allá del material estandarizado.
En clase preferirán las preguntas abiertas y las actividades de aprendizaje que fomenten el pensamiento creativo que requiere fluidez, flexibilidad y originalidad.

Uno de los peores enemigos de estos niños en el aula es la monotonía y la rutina con poco espacio para poder participar o aportar nada.

5- Opciones y estrategias educativas

A continuación se exponen algunas de las opciones o estrategias educativas que se han planteado como recursos para ayudar en la educación de este colectivo.
Hay que matizar que en la práctica suelen adoptarse una combinación de ellas y que, en todo caso, no son excluyentes, sino que se adoptan unas u otras en función de los recursos disponibles y las características del niño y su entorno.

A) La aceleración
Durante años ha sido la respuesta más utilizada para dar respuesta a las necesidades del colectivo. La aceleración consiste en avanzar el ritmo de aprendizaje situando al niño un curso más adelantado. La actual normativa permite (si el caso está detectado y diagnosticado) avanzar un curso a lo largo de Primaria y otro en Secundaria.
Otra forma de aceleración sería la admisión en la escuela a una edad más temprana de lo estipulado teniendo en cuenta las características del niño.
Finalmente, también puede plantearse la aceleración en términos de asignaturas en lugar de cursos, adaptándolo a las características del niño.
En definitiva con esta estrategia se pretende ubicar al superdotado según un criterio no de edad sino situándolo en el nivel correspondiente a su capacidad de aprendizaje. En principio, esto resuelve la parte intelectual y además es una medida de fácil y rápida implantación. No obstante, olvida que la superioridad intelectual no tiene por qué estar asociada a un desarrollo afectivo igualmente avanzado y pueden producirse efectos negativos debidos a lo que denominamos disincronía evolutiva.

B) El agrupamiento
Consiste en agrupar a los niños con altas capacidades en grupos dentro de un mismo centro (si existe un número suficiente de alumnado) o hacerlo en centros especializados donde se llevan a cabo programas adecuados a sus capacidades y destrezas.
Estas estrategias han sido, con frecuencia, vistas o consideradas (al menos en España) como una forma de segregación contraria a las políticas de integración. La legislación española establece que los alumnos superdotados deben estar escolarizados en centros ordinarios y no se admite la posibilidad de Centros Educativos Especiales para ellos. Contrariamente a esta posición, otros países entre los que se encuentra Estados Unidos, Japón, Corea o Suiza, sí lo hacen.
En la práctica, el agrupamiento puede ser aplicado también de otras formas. Lo más común es hacerlo de manera similar a como se utiliza el aula de apoyo para atender a alumnos con otro tipo de necesidades o problemáticas. De esta forma, el superdotado se integra normalmente en el grupo de iguales pero recibe apoyos puntuales, conjuntamente a otros niños con su perfil. Así evitamos la posible exclusión del grupo de iguales a la vez que atendemos sus necesidades.
Otros recursos interesantes para estos niños lo constituyen algunos cursos de fin de semana y campamentos de verano que se organizan específicamente para este colectivo (ver algunas asociaciones). En ellos encuentran compañeros de sus mismas características y pueden compartir experiencias.

C) El enriquecimiento
La opción más desarrollada recientemente, como soporte a las necesidades de los superdotados en la escuela, es mantenerlos ubicados en sus clases habituales, junto con el resto de compañeros pero elaborando un currículo cualitativamente diferente que se adecue a sus necesidades.
Estos programas educativos individualizados se aplican dentro del horario escolar y suponen una mayor amplitud temática y de mayor nivel de complejidad respecto a los contenidos curriculares pertinentes.
Mediante esta estrategia, la motivación del alumno superdotado suele aumentar ya que es él mismo quien marca su ritmo de trabajo, al menos en los contenidos extendidos.
Esta estrategia es la más utilizada en el sistema educativo español y presenta bastantes ventajas tanto para el propio alumno como para sus compañeros y profesores. No obstante hay también inconvenientes en la práctica. Uno de ellos es la sobrecarga de trabajo de los profesores y el ajuste de programas a determinados alumnos supone un trabajo extra para el que quizás no hay tiempo o recursos.
También puede suceder que el niño se instale en la consecución de los objetivos curriculares básicos establecidos y no le motive iniciar una ampliación de los mismos, con lo cual se verán disminuidas sus posibilidades de crecer conforme a su potencial.

D) Otras estrategias
Destacamos las Tutorías que consiste en responsabilizar al superdotado del rendimiento de un niño de capacidad inferior, de manera que se incentiva la adecuación al nivel de lenguaje y conocimientos de éste. También una mayor comunicación con el resto de sus compañeros y una mejor aceptación por parte del grupo de iguales.
En un sentido inverso, se propone también la introducción de la figura del Mentor. Esta estrategia consiste en emparejar a un estudiante superdotado con otro estudiante de más edad o con un adulto experto que sobresale en una profesión particular o en un tema de especial interés. Ello supone para el superdotado una experiencia única de aprendizaje significativo compartido.

Finalmente mencionaremos el Homeschooling que aunque no se contempla en la actualidad en España, sí se hace de forma bastante extendida en Estados Unidos. Muchos de los niños que han optado por este sistema se debe al hecho de que el sistema escolar tradicional no ha funcionado para ellos de manera que sus necesidades especiales no pudieron ser cubiertas.
Esta opción consiste en recibir en casa una educación individualizada y ajustada a las peculiaridades de cada niño. De esta forma se pueden introducir, según necesidad, otras estrategias (aceleración, enriquecimiento, mentor, etc.) También se añaden programas para la participación en problemas de la vida real.
Evidentemente la principal objeción es el aprendizaje fuera del contexto de grupo. Igualmente los costes de esta enseñanza deben ser, en gran medida, asumidos por la familia. No obstante, en algunos casos, puede ser una buena elección y saben combinar los diderentes programas.

6- Altas capacidades y fracaso escolar

¿Puede tener fracaso escolar un niño superdotado?
La respuesta es completamente afirmativa. Al inicio de esta página hemos mencionado el dato que alrededor del 30 o 40% de estos niños no alcanza el rendimiento académico esperado y que la mitad de ellos no llegarán a la universidad.
Algunos autores (Rimm, 1.986; 1994) apuntan la existencia de dos rasgos distintivos comunes en el colectivo que sufre bajo rendimiento escolar. El primero es que estos niños no han experimentado, por lo general, la correlación positiva e ideal entre sus logros personales y sus resultados académicos. El segundo hace énfasis en el hecho de que debido a su alta competitividad, no se atrevan a arriesgarse ante ciertas tareas por no sufrir una decepción.

La cuestión es que el superdotado que sufre fracaso escolar y/o bajo rendimiento, tiene con frecuencia, grandes sueños de ser famoso, estrella del deporte o de la música, etc, no obstante, no ha aprendido la disciplina o la forma idónea para alcanzar tales retos. Lo que hacen normalmente es poner excusas antes de arriesgarse a emprender las medidas correctas para llevar a cabo metas más realistas.

El superdotado con problemas escolares suele tener, además, una serie de hábitos negativos que han desarrollado para proteger, en ocasiones, su frágil autoconcepto. Es habitual encontrarnos con niños que consciente o inconscientemente manipulan a los adultos en sus vidas, tanto a los padres, como a los profesores. De esta forma se sienten protegidos a corto plazo y pueden evitar así asumir ciertos retos académicos o sociales. Evidentemente esta estrategia resulta fatal a largo plazo para su aprendizaje ya que utilizan toda su energía en generar estrategias de evitación en lugar de beneficiarse del aprendizaje en las escuelas.

La evolución de estos niños dependerá en gran medida de la detección temprana del problema, de la implicación de los diferentes agentes educativos y sociales, las características del propio niño y de la estabilidad, dedicación y recursos de sus padres y familiares.

En definitiva, a pesar de que los factores que llevan al fracaso escolar en este colectivo, son variados y complejos, podemos, desde el conocimiento de lo que sucede, intentar aplicar la combinación de estrategias y recursos que cada niño necesita para el desarrollo de su potencial.

Finalmente veamos algunas de las características específicas que puede presentar un niño con altas capacidades pero bajo rendimiento escolar.

*Los superdotados con bajo rendimiento pueden:

Características negativas: Características positivas:
Tener falta de entusiasmo por algunas o bastantes actividades escolares. Críticos con los valores y enseñanzas de esta. Cuando algo les interesa, son innovadores y originales aunque se muestren impacientes y poco dispuestos a perseverar en las etapas intermedias.
Desarrollar un humor, en general, es corrosivo y tienen una percepción irónica de las debilidades ajenas. Aprender nuevos conceptos con rapidez, siendo capaces de plantear problemas y solucionarlos con ingenio.
Hablar bien, pero sus trabajos escritos son pobres e incompletos. Ser capaces de plantear preguntas inquisitivas o provocativas, siendo muy conscientes de los problemas de las personas y de la vida en general.
Ser intranquilos, inquietos, poco atentos o fáciles de distraer, a menudo son el origen de las travesuras y de las bromas. Ser muy perseverantes si están suficientemente motivados y pueden presentar un rendimiento elevado en alguna área.
Estar absortos en su mundo particular. Matan el tiempo sin hacer nada o distrayendo a sus compañeros. Mostrarse innovadores en sus respuestas a preguntas abiertas. Sabios y conocedores de los asuntos de sentido común y de la vida real.
Mostrarse amigables con los alumnos mayores, buscando deliberadamente su compañia. Ser perspicaces en las discusiones sobre las motivaciones de la gente, sus necesidades y debilidades.
Ser emocionalmente inestables, muy propensos a la melancolía y al mal humor, parecen frustrarse con facilidad y tienen poca consideración hacia los demás.  
Ser exteriormente autosuficientes y aparentemente indiferentes o despreocupados por las normas.  
Tener una asistencia irregular a clase, pero son capaces de seguir el ritmo de otros niños.  
Manifiestar una actitud defensiva, y ser muy astutos en sus argumentos y autojustificaciones.  

*Adaptado de Wallace, 1988.

Centro especializado en Altas Capacidades en Barcelona: Centre Kepler

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Bibliografía:


"Niños superdotados" de Amparo Acereda Extremiana

Revista Infocop Nº51: Evaluación e Intervención en Altas Capacidades.

Orientaciones modificación conducta aula:

Pautas control conducta aula Economía de Fichas Estrategias paradójicas Procedimientos operantes

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