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Mi hijo todavía se hace pipí

1- Introducción
2-Causas por las que el niño/a puede hacerse pipí
3- Posibles causas psicológicas
4- Algunas preguntas que debemos hacernos
5- Pautas de ayuda

1- Introducción

En principio, el control de le vesícula en niños suele alcanzarse por término medio entre los 3 y 4 años. Cuando algún niño vuelve a hacerse pipí u orinarse en la cama, o no consigue dejar de hacerlo a una edad ya relativamente madura, como puede ser a partir de los 6 o 7 años, puede ser indicador de que tenemos algún factor de tipo emocional que está manteniendo el problema, si se han descartado problemas médicos.
También es cierto que podemos estar simplemente delante de un hábito no adquirido, que por comodidad u otro motivo se ha consolidado. Hay niños que, simplemente, no se les ha retirado el pañal porque después de varios días seguían mojando la cama y con la excusa de que ya se solucionará el problema por sí sólo, llegan a una edad que les empieza a crear problemas, especialmente en las salidas o excursiones donde deben pernoctar fuera de casa y ser objeto de burla por otros compañeros si sucede lo mismo que en casa.
Por tanto, a partir de los 6 o 7 años creemos que es un buen momento ya para intentar solucionar el problema si aún está presente.

2-Causas por las que el niño/a puede hacerse pipí:

3- Posibles causas psicológicas

4- Algunas preguntas que debemos hacernos:

Para ayudar a nuestro hijo debemos tratar de conocer cuál es el conjunto de causas que pueden estar influyendo en la aparición y/o mantenimiento del problema.
Las primeras preguntas que debemos efectuarnos son:
Se trata de una enuresis primaria (no ha conseguido nunca el control del pipí nocturno) o secundaria (vuelve a hacerse pipí después de haber conseguido controlarlo anteriormente).
Si su caso es el segundo supuesto, debería prestar especial atención a los factores psicológicos y emocionales (¿Hay un nuevo hermano en la familia? ¿Cuál es la situación familiar? ¿Ha visto u oído alguna cosa que no tocaba? ¿Sospecha de algún problema en la escuela?). Cualquiera de los elementos anteriores puede provocar un cierto estrés en el niño y manifestarse con estos episodios. Solemos ver con frecuencia en padres separados que el niño puede presentar comportamientos distintos en uno u otro lugar dependiendo de con quien esté. En todo caso, este tipo de situaciones, lo que hacen es ponernos de relieve que hay algún tipo de problema emocional en el niño y que deberemos atacarlo primero para solucionar el pipí después.
Hay también niños, que en un momento dado, pueden volverse a hacer pipí durante el día. En estos casos, los factores emocionales, salvo enfermedad o problema fisiológico, suelen ser los causantes.

Cuando se trata de la enuresis primaria debemos centrarnos principalmente en los hábitos adquiridos. Puede ser que el niño haya crecido con los pañales y, por tanto, no hubiera tenido la necesidad de intentar controlar el pipí nocturno. Para los padres puede suponer un alivio momentáneo pero luego las cosas se complican cuando el niño se hace mayor y no se siente seguro al respecto y le condiciona las salidas, excursiones o colonias con sus compañeros.

Sea como fuere, un niño a partir de los 6 años debería visitar al pediatra y/o psicólogo infantil para tratar el problema. A continuación se exponen algunas pautas generales.

5- Pautas de ayuda:

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A tener en cuenta:

Los contenidos de esta web sólo tienen carácter de información general. Dicha información no debe ser utilizada con fines diagnósticos o de tratamiento. Sólo el profesional de la salud pertinente está facultado para tomar las decisiones adecuadas tras la evaluación del caso concreto.

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